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Cuando el fervor por la épica remontada frente a París Saint-Germain hace dos semanas, que le permitió conseguir la clasificación para los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa, todavía flota sobre el cielo catalán, Barcelona recibió este jueves la noticia de que la Comisión de Control, Ética y Disciplina de la UEFA le había impuesto una multa de 19.000 euros por la invasión de campo de algunos simpatizantes. Uno de los culpables de ese castigo es el hijo de Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y diputado nacional del PRO por la provincia de Buenos Aires.
Ramiro Monzó, de 21 años, saltó al terreno del Camp Nou luego de que Sergi Roberto marcara -en el quinto minuto agregado del segundo tiempo- el sexto tanto del equipo dirigido por Luis Enrique, que con el 6 a 1 consiguió revertir el 4 a 0 que había sufrido en la ida en París. La imagen del joven celebrando junto a los jugadores del Barsa vestido con una casaca del club con el número seis y el nombre de Xavi se difundió rápidamente a través de los medios y las redes sociales.
Tras el hecho, el muchacho, quien estaba de viaje junto a un grupo de amigos, contó al diario La Nación que había comprado en la reventa una entrada para la primera fila del estadio, en el sector en que estaban ubicados los futbolistas que no habían sido convocados para ese cotejo y algunos integrantes del cuerpo técnico.
“Cuando Sergi Roberto hizo el gol, lo primero que hice fue correr y entrar en la cancha. Ni lo pensé, fue algo muy emocionante. Fue la adrenalina del momento lo que me hizo entrar a festejar. Es una sensación hermosa, una experiencia increíble. ¿Quién no sueña con festejar algo así?”, explicó el hijo de Monzó. Ahora Barcelona deberá pagar por su celebración.
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