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Todos critican a Maria Sharapova pero todos necesitan a Maria Sharapova. El regreso de la rusa al circuito después de su positivo por el uso de meldonium despertó el enojo de varias de sus colegas y quizá la gota que haya rebalsado el vaso en ese sentido la dio la canadiense Eugenie Bouchard, quien la calificó de “tramposa” y reclamó que “no debería volver a jugar al tenis”. Sharapova le respondió a lo Sharapova. Y le dedicó un “estoy muy por encima de eso para dejar que me moleste”. De todos modos su vuelta revolucionó un tour que desde hace mucho tiempo navega entre las incertidumbres por la ausencia de nuevas figuras que permitan un cambio de aire. Hay un detalle clave:?la número 1 del mundo tiene ¡35 años! Justamente sin Serena Williams hasta el año próximo y con una Angelique Kerber -su heredera natural a retomar la posta- que no puede conseguir regularidad en una temporada en la que además apenas jugó una final y no la ganó, Sharapova es pedida a gritos por los organizadores de los torneos. Sucedió con Stuttgart y ella no defraudó a nadie:?ya pasó a los cuartos de final (ayer venció a su compatriota Makarova) y los sponsors están más que agradecidos. Justamente la automotriz Porsche, auspiciante principal del torneo, hizo hasta lo imposible para que ella regresara en la ciudad alemana. La razón fue muy simple: Porsche es una de las marcas que la acompañan desde hace rato y después de haber analizado la situación del doping decidió seguir a su lado. En la sede central de Stuttgart no paran de celebrar…
Grito. Maria Sharapova venció a su compatriota rusa Makarova en su primer torneo tras los 15 meses de suspensión. AP
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