La pobreza alcanzó al 52% de la población argentina y la indigencia al 17,9%, según la UCA

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La Universidad Católica Argentina (UCA), a través de su Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), reveló que el 52% de la población del país se encuentra bajo la línea de pobreza, y el 17,9% en la indigencia, según datos del primer semestre del año.

Estas cifras muestran un incremento significativo en comparación con el 41,7% y 11,9% estimados por el Indec en 2023.

Agustín Salvia, director del ODSA, señaló que la situación actual, aunque grave, no alcanza los niveles de la crisis de 2001-2002, debido a que el desempleo, aunque en aumento, no llega a los valores de entonces, cuando rondaba el 20%.

Según Salvia, dos factores mantienen elevados los índices de pobreza e indigencia: la pérdida de empleos en el sector informal y las bajas remuneraciones en el sector privado formal. Aproximadamente la mitad de estos trabajadores gana menos de la Canasta Básica Total (CBT), que en julio alcanzó los $900.648, acumulando un aumento del 81,7% en lo que va del año.

La encuesta de UNICEF sobre la Situación de la Niñez y Adolescencia a nivel nacional, cuyos resultados se extienden hasta mayo de 2024, también arroja cifras alarmantes: los ingresos del 48% de los hogares no cubren los gastos mensuales, lo que representa un aumento de 7 puntos porcentuales en comparación con el año anterior y 15 puntos desde 2022.

A su vez, Un millón de niños no realiza una de las cuatro comidas diarias, y el 30% de los adultos también se ve obligado a saltarse una comida.

Expectativas y futuro

Salvia explicó que la leve disminución intertrimestral de la pobreza e indigencia se debe a una caída de la inflación y a un aumento parcial de los salarios en el sector privado formal. Sin embargo, los trabajadores del sector público y los informales no experimentaron una recomposición salarial similar.

«Se recuperaron principalmente las clases medias trabajadoras, el segmento técnico profesional con cierta calificación, en ramas dinámicas. Mientras tanto, los trabajadores del mercado de consumo, la industria y la construcción no recibieron aumentos salariales en la misma proporción que la inflación debido a la caída del nivel de actividad», afirmó Salvia.

De cara al futuro, el ODSA observa una meseta en la reducción de la pobreza y la indigencia, aunque con una leve tendencia a la baja gracias a la dinamización del consumo, el pago del aguinaldo, aumentos en jubilaciones y mejoras en programas sociales.

No obstante, no se espera una caída drástica en los indicadores. El observatorio anticipa que habrá una perspectiva más clara en diciembre, tras finalizar su encuesta nacional, que evalúa ingresos, empleo, inseguridad alimentaria, malestar psicológico e índice de pobreza multidimensional.