Como parte de la tradición de la Fundación Pequeños Gigantes, ayer por la noche, luego de la vigilia por el Día Mundial del Niño Nacido Prematuro, que se conmemora hoy, y en el marco de un ciclo de actividades que incluyó el primer Encuentro Federal, recorridas y capacitaciones, el monumento de Andresito Guacurarí, se iluminó en tonos violetas.
En la previa hubo una suelta de mariposas para recordar a los bebés que no lograron sobrevivir, testimonios de las familias presentes y reflexiones por parte de Paula Schapovaloff, presidente de la Fundación Pequeños Gigantes; y de Norberto Sotelo, pediatra de la institución.
La fundación es la primera del NEA en atender exclusivamente a niños nacidos prematuros y sus familias, “debido a los alcances de las disciplinas con las que trabajamos, nuestro rango de atención en cuanto a la edad de nuestros pacientes va desde que reciben el alta del servicio de neonatología hasta los 7 años, esto basándonos en las recomendaciones de UNICEF abordadas en el decálogo de los derechos del prematuro”, indicó Schapovaloff.
Además, recordó a las familias presentes: “Somos padres de sobrevivientes, verdaderos pequeños gigantes que se aferraron a la vida”. Por su parte, Sotelo destacó el crecimiento que va teniendo la fundación ya que son las mismas familias las que invitan a otras a participar.
La semana del prematuro aún no terminó, ya que este sábado tendrá lugar un cierre de fiesta en el sector de la Cascada en la Costanera con bandas en vivo, juegos y mucha diversión.