La respuesta de los parlamentarios
En una primera reacción, Mathilde Panot, diputada de izquierda, advirtió que “estos nueve votos que faltaron no resuelven nada. La situación sigue siendo la misma, continuamos la movilización hasta la retirada de esta reforma de las pensiones”.
El domingo por la tarde, Emmanuel Macron, que en caso de desconfianza y la caída del gobierno debería haber disuelto ambas cámaras parlamentarias, escribió una carta en la que espera que la reforma llegue “al final de su camino democrático”.
Las oposiciones están listas para todo: Marine Le Pen había pedido a los republicanos que votaran la censura porque, a cambio, en caso de disolución de las cámaras y nuevas elecciones, no presentaría candidatos en competencia en sus distritos electorales.
En la extrema izquierda, los sindicatos y Jean-Luc Mélenchon reiteran que la movilización continuará de todos modos, aunque el gobierno no haya caído.
Las mociones de censura fueron una respuesta de los grupos políticos a la invocación el pasado jueves del artículo 49.3 de la Constitución francesa, que permite aprobar una legislación sin pasar por la Cámara Baja.