Más de 20 toneladas de basura espacial cayeron fuera de control sobre el océano Pacífico

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La agencia espacial de China dejó librado al azar el reingreso de la nave espacial Long March 5B. La NASA calificó como “irresponsable” la decisión de los especialistas chinos.

Los restos del cohete chino Long March 5B que giraban en órbita a la Tierra fuera de control, finalmente cayeron este viernes sobre el océano Pacífico sin causar daños materiales ni víctimas humanas.

Tras entregar el último módulo de la estación espacial Tiangong, una sección de la nave espacial ya sin utilidad, fue descartada y siguió girando a nuestro planeta hasta ingresar en la atmósfera terrestre durante el mediodía.

El cohete Long March 5B (CZ-5B), había despegado el lunes desde el sur de China para poner en órbita la última pieza de la estación espacial china, actualmente en construcción.

Los restos del cohete cayeron finalmente en el centro-sur del océano Pacífico al mediodía, según informó el Comando Espacial de Estados Unidos a través de Twitter.

Desde que China lanzó el cohete, el pasado 31 de octubre, los sistemas de vigilancia estadounidense y europeo habían estado observando con radares y sensores la reentrada en la atmósfera de la parte central del cohete, una pieza de basura espacial de 23 toneladas y 30 metros de largo.

El objeto, uno de los mayores que ha reentrado en la atmósfera terrestre en los últimos tiempos, ha estado orbitando la Tierra y en su trayectoria había sobrevolado varias zonas densamente pobladas, como por ejemplo la Península Ibérica, en varias ocasiones.

Según informaron los expertos del Comando Espacial de Estados Unidos, es normal que después de los lanzamientos de las misiones espaciales caigan restos a la Tierra, pero no tan grandes y fuera de control.

Por otra parte, la mayoría de las etapas de los cohetes descienden a la Tierra con los motores encendidos, lo que permite alejarlos de las zonas pobladas, pero el Long March 5B no cuenta con el sistema necesario para realizar una reentrada controlada que lo dirija hacia alguna parte remota del océano donde su caída no tenga consecuencias graves.

Por la incertidumbre acerca del lugar de la caída, España cerró brevemente parte de su espacio aéreo, interrumpiendo despegues y aterrizajes en varios aeropuertos, incluidos el de Barcelona.

Finalmente, durante la mañana europea, se descartó que los restos del cohete chino cayeran sobre el continente, y al mediodía, la nave fuera de control impactó sobre el Pacífico Sur sin ocasionar más que el susto previo.

China ya recibió críticas en el pasado por permitir que sus cohetes caigan a la Tierra sin control. La NASA calificó de “irresponsable” el accionar chino y denunció los riesgos innecesarios que provocan. Se sabe que la agencia espacial del gigante asiático, no toma las precauciones necesarias y deja al azar el lugar en el que los pesados restos de las naves podrían aterrizar.

Recordemos que el lanzamiento de los dos módulos anteriores de la estación espacial Tiangong también trajeron riesgos de reentrada similares: un cohete cayó en el océano Índico el 8 de mayo de 2021 y otro se desintegró sobre Malasia, Indonesia y Filipinas el 30 de julio de 2022. Además, otra misión del Long March 5B también provocó la caída de restos en el oeste de África en 2020.