La disputa con Erdogan podría beneficiar al primer ministro Rutte

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A un par de días de la elección en la que espera asegurarse un tercer mandato como primer ministro de Holanda, Mark Rutte no quiso ser visto rindiéndose ante Turquía. Enfureció a Ankara al negar el permiso para aterrizar en Holanda al canciller turco el sábado y por impedir a una ministra turco que accediera al consulado de su país en Rotterdam. Pero a cambio proyectó una imagen de líder fuerte en la batalla electoral que librará en los comicios del miércoles con el populista de extrema derecha y racista Geert Wilders.

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Según el politólogo Andre Krouwel, en una campaña dominada por los temas del nacionalismo y de la identidad nacional, el principal beneficiario de la demostración de fuerza con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, será el partido de derecha de Rutte (VVD) y no el Partido por la Libertad del anti islámico Wilders.

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“Rutte ha sido la figura clave porque es el primer ministro”, dijo el académico de la Universidad Libre de Amsterdam en una entrevista con la agencia AP. “Ahora él y su partido, el VVD, pueden decir: ‘Somos nosotros los que protegemos de verdad tus intereses, somos nosotros los que bajamos a las trincheras para defender Holanda’”.

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Wilders y su movimiento parecerían ser el destino natural de los votantes enfurecidos con la imagen que vieron hoy por la mañana en los noticieros: un grupo de manifestantes ondeando en el centro de Rotterdam la bandera turca y chocando contra la policía anti disturbios. Pero según Krouwel, Wilders no podrá beneficiarse de lo ocurrido: sus ideas sobre la inmigración y sobre la integración son conocidas desde hace años por los votantes holandeses.

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Otros partidos, como el VVD de Rutte y el de la Democracia Cristiana, cada vez más a la derecha, se están moviendo hacia posturas más conservadoras en esos temas a la pesca de beneficios electorales en la muy reñida elección del miércoles.

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Según Krouwel, “las elecciones todavía tienen final abierto”.“Lo que están haciendo ahora los partidos de derecha es subirse a este barco de Turquía para enfatizar aún más sus posturas en inmigración, en integración, en el problema de los inmigrantes y en las preocupaciones sobre la identidad que aún compartimos”.

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Entrevistado por la cadena RTL, el ex canciller de la Democracia Cristiana, Ben Bot, dijo el sábado que la decisión del gobierno holandés de denegar el aterrizaje a un avión en el que viajaba el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, se debió probablemente a “consideraciones electorales”.

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Según las encuestas, la Democracia Cristiana está ganando terreno y podría quedarse con 20 de los 150 escaños en Diputados. El VVD del primer ministro Rutte aún lidera las encuestas, con 27 escaños según los sondeos. Se espera que el PVV del racista Wilders quede en segundo lugar, con 23 diputados, pero muchos votantes aún no decidieron qué hacer el miércoles.

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