“Ni el abogado de Mahmoud ni él se presentaron a la audiencia, mi abogada sí, lo que llevó a que el juez cierre la causa, dijo que me van a otorgar el divorcio, la sentencia va ser dada en la próxima audiencia a fines de diciembre o principios de enero. La fecha exacta la vamos a saber el sábado (por mañana), voy a dejar de ser su propiedad y ahí sí volver a la Argentina”, contó la mujer.
Carolina se separó hace un año y comenzó los trámites del divorcio en aquel país. En aquel entonces, su marido le impuso una orden de restricción de salida del país, ya que la mujer tramitó la nacionalidad egipcia y debe respetar las leyes de esa nación.
La misionera tuvo dos hijas: Miriam, de 11 años, y Yuliana, de 7, quienes viven con su padre, Mahmoud (42).
Con respecto a las niñas, explicó: “Después de que el juez dictamine la sentencia, vamos a abrir la carpeta con el derecho a visita, con un abogado egipcio trabajando con empatía con la Embajada y Cancillería argentina en Buenos Aires y controlado por Carlos Romano, juez de familia y el niño. La causa se abriría una vez que obtenga la documentación del divorcio, no tardaría más de una semana, y ahí podría viajar a la Argentina; el derecho a visita lo tramitaré estando en Argentina”.
El juzgado que lleva adelante el caso de Carolina Pavón se encuentra en Alejandría, porque tiene domicilio allí, y también las presentaciones legales del ex marido se realizaron en ese lugar. Desde el pasado domingo 6, la misionera vive en El Cairo, al resguardo de la Embajada argentina.
A la audiencia programada para ayer estaban citados los representantes de la Embajada, pero sus abogados le sugirieron que ellos se ocuparían del caso y luego de terminada la audiencia le comunicaron la resolución.
“Que se haya mediatizado mi situación me ayudó mucho, porque Cancillería argentina tomó mi caso, están preocupados por mí, piden informes y demás”, sostuvo la mujer. Y agregó: “Mi psicóloga me devolvió el oxígeno, la vitalidad que es la fuerza que te ayuda a seguir, después de tener todo el cariño de mi gente. Esa empatía que hace que la Cancillería trabaje con los grupos, diferentes diputados que me apoyan. Siento que cuando Argentina se une, mueve montañas, y tengo que dar gracias por todo de corazón. Ahora queda todavía un poco, queda el juicio para tener derecho de ver a las nenas y es nuestro derecho a vernos “.