Unos 500 civiles murieron desde el inicio de la ofensiva del Ejército sirio en Aleppo, informó hoy el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Los bombardeos del régimen mataron a 384 civiles, entre ellos 45 niños, afirmó el OSDH. Otros 114, entre ellos 36 niños, perdieron la vida por granadas lanzadas por rebeldes o unidades kurdas.
El Ejército sirio y sus aliados lanzaron a mediados de noviembre una ofensiva contra la parte este de Aleppo, controlada hasta entonces por los rebeldes. Desde entonces consiguieron conquistar el 80 por ciento del territorio rebelde, según el OSDH.
El responsable humanitario de la ONU para Siria, Jan Egeland, advirtió que esas evacuaciones, sin embargo, no pueden realizarse ya que el organismo no cuenta con el visto bueno de todas las partes implicadas en el conflicto para establecer el cese de los combates y por tanto una pausa humanitaria.
“Los grupos opositores y las autoridades civiles opositoras dicen que no ponen condiciones y piden una pausa para poder evacuar. Rusia dijo que seguirá negociando con nosotros cómo evacuar, pero ya no prometen establecer una pausa”, afirmó el responsable.
