Se atasca la investigación por el ataque al bus del Borussia Dortmund

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La policía alemana no encontró hasta ahora ningún elemento que permita vincular al sospechoso islamista detenido por el atentado cometido el martes contra el autobús del equipo de fútbol Borussia Dortmund.

Así lo anunció hoy la fiscalía antiterrorista germana, que dio a entender que las investigaciones sobre los tres artefactos explosivos que estallaron al paso del autobús parecen naufragar y están atascadas en un confuso laberinto De hecho, no hay pruebas que demuestren que los dos hombres que terminaron inicialmente en la mira de los investigadores y su presunto vínculo con la pista islamista. La teoría inicial, entonces, se evapora. Contra uno de los acusados, el iraquí Abdul Beset A., de 26 años, detenido ayer miércoles, se emitió una orden de arresto, no por su implicancia en el ataque sino por su vínculo con el grupo yihadista ISIS en Irak.

La fiscalía general está convencida que el hombre, que ingresó en Alemania a comienzos de 2016, se unió a la banda terrorista a fines de 2014 en Irak y guió allí una unidad de los yihadistas con una decena de personas, que tenían como objetivo entre otras cosas la de organizar secuestros y homicidios.

Además, habría combatido para el ISIS y desde Alemania habría mantenido contactos con exponentes de ese grupo. Según varios medios de prensa germanos, estaba desde hace tiempo en la mira de los investigadores: hace algunos días fue interceptada una llamada telefónica en la que alguien le explicaba que un artefacto explosivo estaba listo.

Es por esto que, después de las explosiones del pasado martes, fue arrestado. Las investigaciones, sin embargo, “no suministraron hasta ahora ninguna prueba de que el acusado haya participado en el ataque”, comentó la fiscalía federal.

El segundo sospechoso, un alemán de 28 años, fue absuelto. Se investiga entonces en todas las direcciones, como explicó el ministro del Interior de Renania del Norte-Westfalia, Ralf Jaeger, que no quiso excluir ninguna hipótesis, incluso la de que los culpables sean en realidad los aficionados violentos de fútbol.

Continúan surgiendo interrogantes, como la carta de reivindicación en tres copias idénticas encontradas sobre el lugar del ataque. El documento no es atribuible de modo inequívoco a una pista precisa terrorista, declaró el jefe de los servicios secretos de Renania del Norte-Westfalia, Burkhard Freier, según el cual se investiga en dirección hacia el extremismo de izquierda, de derecha y del islamismo.

Freier resaltó cómo las investigaciones contenidas al final de la carta -el retiro de los cazas Tornado alemanes de Siria y el cierre de la base estadounidense de Ramstein- son inusuales. Lo cierto es que las bombas fueron construidas de modo muy profesional y tenían “una enorme fuerza explosiva”, como afirmó el ministro regional Jaeger.

De acuerdo al diario Bild, las bombas estaban dotadas de un detonador militar y contenían puntas metálicas que volaron hasta 100 metros de distancias, afectando incluso a una casa unifamiliar, en aquel momento vacía.

En el ataque resultaron heridos un agente y el futbolista español Marc Bartra, que quedará fuera del campo de juego durante cuatro semanas.

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