Durante todo el debate, Trump mantuvo una estrategia clara de evitar discusiones sobre políticas públicas puntuales, cuestionar el uso de los tiempos y la discreción de los dos moderadores, Martha Raddatz de ABC News y Anderson Cooper de CNN, y mantenerse siempre a la ofensiva.
Pese a los esfuerzos de los dos candidatos de mostrarse relajados y a gusto, desde el comienzo mismo del debate la tensión entre ellos se hizo evidente por la ausencia del tradicional apretón de manos inicial, que fue reemplazado por un frío “Hola” a la distancia.
Uno de los momentos más tensos del debate realizado en la Universidad de Washington en San Luis, en Missouri, comenzó cuando Trump prometió que de ganar la elección presidencial de noviembre próximo nombrará un fiscal especial para investigar la gestión de su rival, Clinton, como secretaria de Estado de Barack Obama.
Clinton respondió recordando todos los agravios de los últimos tiempos de su competidor y aseguró que “es bueno que una persona con el temperamento de Donald Trump no se encargue de la Justicia”.
Antes que los mediadores pudieran retomar la palabra, el magnate agarró el micrófono y deslizó: “Porque sino estarías en la cárcel”.
Otro de los momentos en que escaló la tensión fue cuando Trump se defendió por el video de 2005 recientemente filtrado por la prensa, en la que se escucha una diatriba machista, que provocó hasta el repudio de sus propios aliados.
“Son sólo palabras, amigos”, replicó una y otra vez el candidato republicano para justificarse y sostuvo que sus palabras son menos dañinas de los “abusos que cometió (el ex presidente) Bill Clinton contra mujeres.
“Yo quiero derrotar a ISIS (Estado Islámico) con la colaboración de los países musulmanes, muchos de los cuales hoy escuchan a Donald discriminar a los estadounidenses musulmanes”, aseguró la ex jefa de la diplomacia estadounidense.
Trump, quien sostuvo que la “islamofobia es una vergüenza, pero tenemos que reconocer que existe un problema”, modificó su propuesta inicial de prohibir la entrada al país a todos los musulmanes por la ejecución de una “fiscalización extrema” de todos aquellos que profesen el islam.
Clinton se expresó a favor del marco actual que permite el aborto en los primeros meses, apoyó mantener la reforma de salud aprobada por Obama -aunque prometió hacer algunos cambios para “reducir los costos para los asegurados”- y ratificó la actual estrategia de la Casa Blanca en Siria y contra el Estado Islámico, e incluso propuso investigar a Rusia por posibles “crímenes de guerra” en ese país árabe.
Trump, por su parte, reiteró su apoyo a una eventual alianza con Rusia para derrotar a la milicia islamista y destacó que la única solución para el nuevo sistema de salud aprobado por Obama es “eliminarlo”.
“Respeto a sus hijos, lo devotos y comprometidos que son…y eso habla bien de Donald”, respondió Clinton, mientras Trump destacó que su rival “es una luchadora, nunca renuncia”.