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Un grupo de por lo menos cuatro estados de EE.UU. llevarán a la justicia el nuevo decreto migratorio que el presidente Donald Trump firmó el pasado lunes.
El Fiscal General del estado de Washington, Bob Ferguson, dijo que va a pedirle a un juez federal de Seattle que exija que la actual prohibición sobre el decreto migratorio de enero se aplique a la nueva directiva de Trump. El estado se suma así a Hawai, que fue el primer estado en desafiar la política migratoria del presidente republicano.
“Afirmamos que el Presidente no puede unilateralmente declararse ajeno a la orden de restricción y a la prohibición de la Corte”, dijo Ferguson en una conferencia de prensa este jueves. Y adelantó que los estados de Nueva York y Oregon tomarían medidas similares.
Donald Trump hoy en la Casa Blanca. (Bloomberg)
Aunque la nueva orden “fue recortada”, el Fiscal General agregó que “no significa que se hayan resuelto los problemas constitucionales”.
El decreto original de Trump suspendía la entrada a territorio estadounidense de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, y frenaba la admisión de refugiados. La nueva versión suspende temporalmente la admisión de refugiados y la entrega de visas para los nacionales de seis países de mayoría musulmana (Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen), una medida que, según la Casa Blanca, busca evitar que se infiltren potenciales terroristas en el país.
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Los estados de Washington y Minnesota obtuvieron la mayor prohibición en contra de la primera orden ejecutiva de Trump el mes pasado. “La acción tomará más fuerza a través de la adhesión de los estados de Nueva York y Oregon, entre otros que quizás puedan sumarse”, concluyó Ferguson.
Hawai fue el primer Estado en recurrir ante la justicia el nuevo decreto migratorio de Trump. El fiscal general de Hawai, Doug Chin, anunció el miércoles que había presentado una demanda de suspensión provisional de este nuevo texto.
“Nada ha cambiado en el fondo: la prohibición generalizada de ingresar a Estados Unidos desde países de mayoría musulmana (menos uno) persiste”, declaró Chin. Solamente Irak, que figuraba en la lista inicial, fue retirado en esta nueva versión.
Un seguidor de Donald Trump exhibe un cartel en apoyo al presidente de EE.UU. (REUTERS/Carlo Allegri)
Las idas y vueltas empezaron hace más de un mes cuando James Robart, un juez federal de Seattle bloqueó temporalmente el 3 de febrero la aplicación de la primera versión del decreto en todo el territorio estadounidense, alegando que provocaría “un perjuicio irreparable”. Posteriormente, la Corte de Apelaciones de San Francisco decidió mantener esta suspensión, al considerar que el gobierno no había demostrado la inminencia de graves riesgos para la seguridad de Estados Unidos.
El nuevo texto de Trump, que entraría en vigor el 16 de marzo, fue enmendado y atenuado con respecto a la versión del 27 de enero, que movilizó a decenas de miles de personas para pedir al gobierno que diera marcha atrás y provocó confusión y caos en varios aeropuertos.
Trump espera no encontrarse con obstáculos jurídicos en esta ocasión, aunque sus opositores ya prometieron que darán batalla.
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