El chico que soñaba con tener un taller mecánico y murió por su Ford Falcon

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“Pasate por casa y lo arreglamos” era el latiguillo más usado por Matías Juárez (19) cuando hablaba de motores con sus amigos. Es que era fanático de los autos y estaba aprendiendo mecánica, por eso los ayudaba cada vez que lo necesitaban. Su sueño era montar un taller y dedicarse de lleno a su pasión. Fue su objeto más preciado el que no quiso entregar el sábado a la noche: su ochentoso Falcon Futura negro y gris reacondicionado.

Juárez había salido con Aldana, una amiga de 16 años. Estacionó en Cancha de los Patos, un parque de Merlo, adonde tres hombres los sorprendieron para robarles. Cuando el joven, que vive en el barrio Libertad, hizo un movimiento para defenderse, le dispararon en la cabeza y lo mataron. Los asaltantes huyeron sin llevarse nada y están prófugos.

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“Su pasión eran los autos. Estudiaba, quería aprender y dedicarse a eso. A la mañana iba al taller del padre de un amigo y a la tarde hacía cursos de mecánica, era lo que más le gustaba. Era un pibe de bien, que tenía mucho para aportar a su barrio, a su entorno”, dijo Alejandro González (42), el hermano mayor de Matías,

Juárez, además de ser hincha de Ford, hacía grafitis y le gustaba mucho dibujar. En su muro de Facebook y en su cuenta de Instagram difundía cada uno de sus trabajos. Sus amigos lo definieron como “inquieto”, con “muchas ganas de hacer cosas” y “siempre carismático y alegre”.

Matías Juárez, de 19 años, fue asesinado por motochorros que quisieron robarle el Ford Falcon.

“Era un nene súper tierno, divino. Es el menor, y el único, de los seis hermanos que pudo terminar de estudiar. Era fanático de los Falcon Futura e intervenía el suyo. Se fue formando, tenía pocos años, pero era un apasionado, estaba lleno de curiosidades. Los chicos del barrio veían eso y era un ejemplo para ellos. Lo veían trabajar, hacer lo suyo y eso era un aporte para un barrio humilde como el nuestro”, reflexionó Alejandro.

Juan, dueño del taller mecánico donde Matías estaba dando sus primeros pasos entre los motores, contó: “Era un chico muy bueno, con un futuro por delante. Venía a aprender al taller y estudiaba con mi hijo. Ellos se criaron prácticamente juntos, eran como hermanos”.

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Ayer en las redes sociales sus amigos planeaban una marcha para pedir justicia, aunque aún no habían definido la fecha, y una caravana con sus autos para rendirle homenaje.

La víctima vivía con sus padres y tenía una hija de dos años, Franchesca. Con sus fotos invadía las redes sociales y “tenían un gran vínculo”, según confiaron a Clarín sus allegados.

Matías estaba con su amiga en un estacionamiento de Cancha de los Patos, en Mitre y 33 Orientales, el sábado a las 23,30. Los vecinos del barrio dicen que el lugar es “muy oscuro” y, como la Municipalidad está realizando obras, la zona está cercada y con “poca iluminación”.

Matías Juárez, de 19 años, fue asesinado por motochorros en Merlo. Estaba con su novia y le quisieron robar un Ford Falcon.

La única testigo presencial del hecho es la menor que acompañaba a Juárez, que todavía no había podido declarar ante la fiscal Valeria Courtade, de la UFI N°4 de Morón, y se encontraba en estado de shock.

Ayer intentaban mejorar los videos para intentar armar un identikit de los responsables del crimen. También buscaban huellas en el Falcon para compararlas con los registros antes de entregarlo a los familiares de Matías.

Además, buscan testigos que hayan visto la huida o que puedan aportar datos sobre los agresores en la comisaría 4° de Libertad.

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