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Jorge tiene 64 años, es empleado de un concesionaria de autos y vive en Castelar, junto a su mujer, Susana, de 64. Los dos volvían de festejar el cumpleaños de ella. Ocurrió el martes a la noche. “Eran las once y pico de la noche. A una cuadra y media de casa nos cruzan un auto, se bajan cinco delincuentes, me bajan de mi auto y me meten en el auto de ellos. A mi mujer la dejan de acompañante. Nos hacen venir hasta la puerta de casa, pero creo que se asustan porque ven a un vecino y ahí nos llevan por la autopista en los autos”, contó el hombre, más calmo que su mujer, que aún tiene la voz temblorosa cuando relata el calvario.
“Me golpeaban, me pedían plata, me hicieron llamar a familiares para que juntáramos 100.000 pesos. Querían que llevaran la plata a Fuerte Apache. Cuando llegamos ahí, dejan mi auto tirado ahí y seguimos en el auto de los delincuentes. Me meten en el baúl y de ahí escuchaba los gritos de mi mujer”, agregó Jorge.
Habían juntado 40.000 pesos. Pero los secuestradores pedían más. Todos viajaban en el mismo auto, los cinco delincuentes, Susana y Jorge, que iba en el baúl. “Fueron casi dos horas. ‘Vamos al Fuerte, vamos al Fuerte’, me decían. Ahí pensé que no volvíamos más”, dijo la mujer esta mañana, con ánimo de detallar lo sucedido pero sin intenciones de mostrar su casa o dar sus identidades, mucho menos mostrar sus rostros. El miedo no se va fácil. Todo lo contrario. “Este es un lugar tranquilo, fue al voleo”, dicen.
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