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Como al descuido, María Eugenia Vidal colocó una ficha de Sergio Massa en el Conurbano y esta semana pondrá en funciones al concejal de Quilmes, Walter “sapito” Queijeiro, en la subsecretaría de Turismo de la Provincia.
El edil emigrado del massismo remplaza a Ignacio Crotto, responsable del área desde 2007, durante toda la gestión de Daniel Scioli. El retoque de gabinete se completa con el ofrecimiento a Hernán Lewin, ex presidente del club Temperley, para la subsecretaría de Innovación y Experiencia Ciudadana, que depende del ministerio de Gobierno. Su mentor político es el ministro, Joaquín de la Torre, intendente con licencia de San Miguel.
La llegada del periodista deportivo, conocido por sus habilidades en el fútbol tenis e innovación en el mismo juego, con la “patada descendente” estaba en carpeta desde un mes. Es provocada por ciertos realineamientos político distritales a menos de un mes del inicio del cronograma electoral 2017 en la provincia. Un ejercicio de suma-resta. Hace cinco días, el intendente de Castelli (FpV), Francisco Echarren, se despegó de la gestión de Vidal. Ocupaba la secretaría de Habitat y decidió regresar al municipio,
En el caso de Queijeiro, debería reportarse administrativamente en el ministerio de la producción, pero como esa cartera esta acéfala, las firmas para refrendar sus actos corresponderá al ministerio de Agroindustria, a cargo de Leonardo Sarquis.
No será la única variante de gestión. Otras están ligadas al ámbito institucional. La Provincia tiene que resolver dos vacancias en la Suprema Corte de Justicia, de indudable peso político. También hay dos lugares pendientes en el Tribunal de Cuentas provincial.
Este organismo de la Constitución es el encargado de la revisión de los actos de gobierno –con la Contaduría General – y en estos momentos está involucrado en el soporte de la investigación por lavado de dinero en el período 2007-2014.
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