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Un diputado del Frente para la Victoria de Chubut fue presionado para ir a la Legislatura a votar cuando estaba internado por una afección cardíaca producto de sufrir un pico de presión. Es más: el presidente del partido Ricardo Muttio, un reconocido militante K, se presentó en el sanatorio para forzar que le dieran al alta.
La revelación la realizó el diputado Alfredo Di Filippo durante la hora de preferencia de la última sesión de la Legislatura provincial y se refería a la ausencia en la misma de su par Sergio Brúscoli, internado en un sanatorio de Rawson desde el lunes. Di Filippo es uno de los cinco legisladores que abandonó el bloque kirchnerista al que calificó como “la jaula de las locas” y por su actitud ha sido duramente criticado al punto que pidieron que renuncie a la banca.
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Pero hay más en el ancho universo de la Legislatura chubutense. Otro diputado del Frente para la Victoria denunció también en la hora de preferencia de la sesión que los problemas de salud de Brúscoli se debían “a la presión psicológica que recibió este compañero” y sorprendió cuando aseguró que “la presión no vino de la oposición si no de mis mismos compañeros del Frente para la Victoria”. Y agregó: “No voy a dar nombres pero aquel que cree que tiene la culpa algún día lavará sus penas”. El que habló fue el diputado David González.
Este sinceramiento ocurrió durante una sesión clave en la que el desmembrado bloque K perdió la votación y resignó los cargos de los secretarías clave para el manejo económico y administrativo de la Legislatura. La votación terminó empatada por lo que desempató el presidente de la Cámara (y vigegobanador), que inclinó la balanza hacia el bloque de Chubut Somos Todos que responde al gobernador Mario Das Neves.
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Di Filippo, caracterizado por sus intervenciones sin filtro, dijo además que “a Brúscoli nunca lo tuvieron en cuenta, y ahora lo hacen porque su voto es decisivo. Si no, lo ignoraban. ¿Y sabe que más? Lo subestiman y lo subestimaron, lo maltrataron y ningunearon, se rieron siempre de él”.
Por su parte, González dijo que las presiones sobre Brúscoli se produjeron porque “seguramente hubiera votado en contra nuestra” y aseguró que “han venido sistemáticamente picándole la cabeza y criticó que “ver fotos en los medios, de la forma que se lo mostró a toda la provincia, un diputado tirado en una cama, la verdad que es triste”.
El bloque del FPV comenzó siendo mayoría en la Legislatura. Pero últimamente la perdió ya que cinco de los 16 diputados formarán bloques aparte. Sólo mantiene el impensado acompañamiento de dos de los tres diputados de Cambiemos Jaqueline Caminoa y Eduardo Conde los que siempre han acompañado el voto K.
En Buenos Aires, en tanto, aún se recuerda una historia que tiene algunos puntos de contacto con el caso Brúscoli. Fue el día en que Cristina Fernández puso en jaque al Gobierno nacional que comandaba Eduardo Duhalde en 2002. La ex presidenta, entonces senadora, se oponía a derogar la Ley de Subversión Económica y su marido, el gobernador Néstor Kirchner, movilizó el avión sanitario de la administración santacruceña para llevar a un compañero de bancada de CFK que estuvo a punto de hacer caer la medida parlamentaria que pedía el FMI.
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