Este martes 13 de agosto se cumplen dos meses desde la desaparición de Loan Danilo Peña en la localidad de 9 de Julio, Corrientes.
A pesar de los intensos operativos de búsqueda y múltiples investigaciones, no hay pistas concretas sobre su paradero. El caso, rodeado de sospechas de trata de personas y complejos entramados familiares, salpica también al poder político correntino.
Se cumple este martes 13 de agosto dos meses desde que Loan Danilo Peña, de 5 años de edad, desapareció en la localidad correntina de 9 de Julio. A pesar de los intensos operativos de búsqueda, las múltiples declaraciones testimoniales y las pericias realizadas, el pequeño sigue desaparecido y no hay ninguna pista concreta respecto a qué ocurrió con él ni dónde puede estar. Los investigadores desconocen qué pasó con el niño y si está vivo o no, y no hay certezas que acompañen las nuevas hipótesis.
El caso, sospechado principalmente de ser un delito de trata de persona, salpica además al poder político de la provincia de Corrientes, sobre todo por la implicación del senador Diego Pellegrini, cercano al gobernador Gustavo Valdés, en un supuesto montaje para hacer creer que Loan fue atropellado accidentalmente y su cuerpo sin vida fue trasladado y abandonado en otro lugar.
El único paso dado en ese sentido fue la citación cursada el fin de semana pasado para que declare como testigo José Fernández Codazzi, quien era abogado da Laudelina Peña -tía de Loan- y habría participado también de la trama urdida para hacer creer que fue un accidente.
Complejo entramado familiar
La investigación se centra en el círculo cercano a Loan, ya que todos los detenidos son familiares del niño o conocidos de ellos, además del comisario Walter Maciel.
Las declaraciones testimoniales revelaron a su vez un complejo entramado de relaciones familiares y conflictos internos. La hipótesis de una venganza familiar por una disputa por tierras resurgió en los últimos días, respaldada por declaraciones de presuntos testigos.
Pese a ello y al operativo de búsqueda sin precedentes que se puso en marcha tras la desaparición de Loan, con equipos especializados que rastrillaron campos, bosques y cursos de agua, perros adiestrados y drones, incluidos los aportados en su momento por la Policía de Misiones como colaboración, los investigadores judiciales parecen estar tan desorientados como al principio.
Cifras millonarias en las cuentas de los hermanos
Paralelamente, continúa la polémica por las transacciones millonarias que recibieron los hermanos de Loan, Mariano y Cristian Peña. La Justicia investiga los montos de entre 150 y 170 millones de pesos que recibieron tras la desaparición del niño.
Según la familia, el dinero estaba destinado a financiar la búsqueda de Loan y la creación de una fundación para ayudar a otras familias en situaciones similares. Además, recordaron que el 10 de julio, Mariano Peña mencionó en una entrevista televisiva que habían abierto una cuenta en Mercado Pago para recibir donaciones.
“Como dicha colaboración se difundió tanto, se recaudó una suma millonaria”, dijo en aquella oportunidad. Frente a lo recaudado, el propio hermano se acercó hasta el Juzgado para informar sobre su estado patrimonial y anunció su intención de crear una fundación.
La Justicia de todas maneras asegura desconocer de donde provino el dinero y por lo tanto continúan investigando y verificando los movimientos. A su vez, Mercado Pago suspendió la cuenta donde estaban recibiendo las donaciones.
Ahora, las cuantiosas sumas de dinero están en la mira de Unidad de Información Financiera (UIF). Sobre todo por el nivel de donaciones: se hallaron entregas de más de 800 mil pesos con CUIT inexistentes.
En ese contexto, generó una gran repercusión que los hermanos de Loan se hayan comprado una moto de alta gama. Las críticas se multiplicaron y José Peña se hizo cargo. “La moto fue comprada para facilitar nuestra movilidad durante la búsqueda de mi hermanito”, sostuvo.
Los principales desafíos de la investigación
Los investigadores se enfrentan a una situación compleja, analizando una gran cantidad de evidencia, que incluye registros telefónicos, declaraciones de testigos, datos georreferenciados obtenidos de dispositivos móviles y análisis de ADN. Cada nueva pista abre nuevas líneas de investigación, pero en lugar de aportar respuestas, genera nuevas interrogantes.
Los siguientes son los obstáculos en la búsqueda para esclarecer lo que ocurrió:
- Ausencia de testigos directos. La mayoría de la información se basa en testimonios indirectos y pruebas circunstanciales.
- Manipulación de la escena del crimen. La posibilidad de que la escena del crimen haya sido alterada dificulta la búsqueda de evidencias.
- Declaraciones contradictorias: Algunos de los detenidos realizaron declaraciones que no coincidían con otros testimonios.
- Presión mediática y social. La intensa presión mediática puede afectar el desarrollo de la investigación y generar falsas expectativas.
- Complejidad de las redes criminales: En caso de estar involucrada una red de trata de personas, la investigación se vuelve aún más compleja.
- La posibilidad de un crimen pasional: Si la desaparición está relacionada con un crimen pasional, las motivaciones pueden ser difíciles de determinar.
De la Justicia provincial a la federal
Inicialmente, el caso estuvo a cargo de la Justicia provincial de Corrientes, que fue muy cuestionada por su falta de acción y por haberse centrado en la idea de que el niño se había perdido, sin avanzar en otras hipótesis.
Luego, ante la aparición de nuevas evidencias que apuntaban a una posible red de trata de personas, la causa pasó a la Justicia federal de Goya, quedando al frente de la causa la jueza Cristina Elizabeth Pozzer Penzo.
Tras el cambio de jurisdicción, la causa pareció en un principio tomar nuevo impulso, con la realización de más pericias y rastrillajes y la toma de decenas de declaraciones, tanto indagatorias como testimoniales, pero sin logar ninguna avance concreto hasta ahora en cuanto al esclarecimiento de lo ocurrido y la aparición de Loan.
Los detenidos
Actualmente continúan siendo siete los detenidos por la «sustracción y el ocultamiento» del niño, un delito con una pena de entre cinco y 15 años de cárcel:
- Laudelina Peña: Tía paterna de Loan. Fue una de las últimas personas en ver al niño antes de su desaparición.
- Antonio Benítez: Tío político de Loan y pareja de Laudelina. También fue de los últimos en ver al niño.
- María Victoria Caillava y Carlos Pérez: Matrimonio amigo de Catalina, abuela de Loan y en cuya casa estaba cuando desapareció. Caillava era funcionaria pública de 9 de Julio y Pérez es un militar retirado.
- Walter Maciel: Excomisario local. Su rol en el caso aún no ha sido del todo esclarecido, pero se encuentra detenido y bajo investigación, en principio por presunto encubrimiento.
- Mónica Millapi y Daniel Ramírez: Amigos de la familia Peña. También están detenidos y se investigan sus posibles vínculos con la desaparición de Loan.