Nathan, un luchador que hoy porta la bandera de Misiones

0
78

Amante de las matemáticas y fanático del fútbol, sueña con ser abogado y juez en un futuro, todavía le cuesta dimensionar que sus compañeros lo votaron por unanimidad para llevar el símbolo misionero.
En conversación con El Territorio Juan Forés -papá de Nathan- contó que “todo comenzó con cuadros febriles que no desaparecían, por lo que los médicos le medicaron con novalgina infantil”.

 

Tras dos semanas de visitar guardias, sin tener una respuesta favorable a la enfermedad que aquejaba a su hijo, Forés y su esposa Gabriela Luty tomaron la decisión de cambiar de pediatra. “El remedio con el que le medicaban le afectaba a la células madres”, contó Forés.
Anémico y con un porcentaje muy bajo de glóbulos rojos, el nuevo profesional médico le sugiere a los padres a que Nathan se someta a una punción de médula para determinar el diagnóstico. “Al día siguiente nos dieron los resultados y nos dijeron que podía ser leucemia o aplasia, pero que no se podía determinar cual de las dos era”, manifestó el padre.

 

Luego de recibir la devastadora noticia, el pequeño fue derivado al Hospital Naval de Buenos Aires. “Allá se determinó que padecía de aplasia y que fue producto de un shock medicamentoso y que se dio como consecuencia de la dipirona que le habían medicado acá”, relató Forés.
Durante seis meses Nathan se sometió a un tratamiento oncológico para tratar de revertir la situación. “Al principio nos dijeron que había un 20 por ciento de éxito nomas”, sostuvo el hombre.
Como consecuencia del tratamiento médico, el pequeño vio afectado los músculos del habla y de la boca, por lo que debe realizar tratamientos con fonoaudiólogas.
Cuando Nathan tuvo edad para comenzar la escuela, los padres recorrieron varios establecimientos hasta que la escuela Santa María de las Misiones les abrió las puertas. “Nos pidieron que él continué con sus sesiones con las fonoaudiólogas y la psicopedagoga. Además, tiene una maestra integradora que está con él en el aula”, expuso Forés.
“El interés de la escuela por que su alumno se sienta cómodo en el establecimiento fue tal, que los docentes comenzaron a capacitarse para saber cómo tenían que actuar ante estas situaciones e ir avanzando con él”, señaló el papá.

DEJÁ TU COMENTARIO

¡Por favor, ingresá tu comentario!
Por favor, ingresá tu nombre aquí