En consecuencia, nunca pudo votar ni gestionar el salario universal para sus hijos, un nene de 4 y una nena de 5 años. Además, la joven está embarazada actualmente de siete meses.
Amalia y sus pequeños se albergan en un inmueble donde funcionó el centro de salud del pueblo. En el lugar cuenta con las comodidades mínimas, disponen de una sola cama para tres personas y el municipio los asiste con alimentos.
A mediados de diciembre, personal de Salud Pública la halló junto a sus hijos en el paraje Sección Novena, donde sobrevivía en condiciones pésimas, al punto que se alimentaban con pequeños animales del monte.
En diálogo, la joven contó que hasta principios del año pasado residían en Campo Viera, pero el padre de sus dos hijos los abandonó y tuvo que regresar a la casa paterna, en Campo Ramón.
“Mi marido se fue con otra mujer y me dejó con los chicos. A él no le gustaba trabajar, sólo tomar y fumar. Yo tenía que salir a trabajar y él se quedaba en la casa”, comentó.
Sola y con dos criaturas, volvió con sus padres a Sección Novena. “Ellos son pobres y no me podían ayudar mucho. Para colmo, mi papá se enfermó y le tuvieron que llevar al hospital. Ahí la gente de la sala (por Salud Pública) vio cómo vivía con mis hijos y me trajeron acá”, relató.
Se mostró agradecida por la ayuda recibida hasta el momento y contó que sus hijos están contentos en el pueblo. En tanto, mencionó que le gustaría contar con su DNI, lo que le permitiría gestionar el salario universal para los menores.
“Mis padres nunca me anotaron porque vivíamos lejos. Pero yo le anoté a mis chicos y quiero que puedan estudiar, que sepan leer y escribir para conseguir un buen trabajo”, agregó.
La mujer espera con mucho entusiasmo poder gestionar el documento, de esta manera, hay trámites que les será más sencillos, además de poder adquirir más beneficios para sus hijos.