Acoso callejero: "Sentí miedo, quiero que esto no le ocurra a nadie más"

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Lucía Cabrera (25) había salido del traumatólogo y, como el día estaba soleado, decidió caminar en vez de tomar el subte. Iba por Federico Lacroze, eran las tres de la tarde. No se dio cuenta de que hombre la seguía desde atrás con su taxi, hasta que asomó la cabeza por la ventanilla y le habló: “Hola linda. ¿Me pasás tu teléfono?”. La situación se repitió durante dos cuadras. Ella cuenta que sintió miedo, que se asustó y que por eso alertó a un policía que estaba allí. Ayer pasó a la historia por llevar el caso a la Justicia y ahora ella piensa en lo que vendrá: “Que esto sirva para que todos sepan que hay una ley y que esto no le ocurra a nadie nunca más”.

Entrevista con Lucia Cabrera la chica que sufriÓ acoso callejero por un taxista. FOTO GERMAN GARCIA ADRASTI

A Lucía se la nota cansada, ayer deambuló por muchos canales de televisión y su celular no paraba de sonar con entrevistas radiales. En medio de toda esa vorágine habló con Clarín y contó las sensaciones que le quedaron por lo que generó su caso. “Estoy satisfecha con el acuerdo al que se llegó, no sé si contenta porque esto no tendría que pasarnos, en la calle somos libres de caminar sin que nadie nos diga nada”.

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La joven -que trabaja y estudia el profesorado de Educación Física y milita en el colectivo Mumala- relató la sensación que tuvo aquel 30 de marzo: “Sentí mucho miedo, yo justo estaba con el celular en la mano y le contaba a mis amigas por WhatsApp que había un tipo que me seguía con el taxi. Al principio pensé en seguir caminando o agarrar otra calle, pero ¿por qué tenía yo que cambiar mi rumbo?”, dice.

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No hubo insultos ni agravios, pero sí una insistencia permanente y molesta por parte del taxista: “Sos hermosa, pasame tu teléfono. Dale linda, el teléfono nada más, sos muy bonita”, le pedía en voz baja desde la ventanilla del auto que frenaba y avanzaba a la par de Lucía. Ella -que en general enfrenta a los deconocidos que le dicen cosas en la calle- nunca le respondió, sólo lo miró un par de veces, hasta que se cruzó con un policía: “Oficial, ese hombre me está acosando desde hace dos cuadras”.

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El policía se paró frente al taxi y le pidió al chofer que bajara del auto y le mostrara sus documentos. El hombre decía que no había hecho nada malo, que sólo le pedía el teléfono porque le pareció una linda chica. Ella no estaba al tanto de que existía una ley de acoso callejero, pero sí de que el tema se había estado discutiendo en la Legislatura. Lo que ocurrió entonces se pareció más a una escena humorística: Lucía y el policía comenzaron a googlear si existía o no una ley, ahí mientras el taxista los miraba y esperaba, descubrieron que era cierto, entonces el oficial le hizo firmar la contravención al taxista y tras una hora y media, lo dejó ir.

Ayer volvió a cruzarse con el acosador: “Me pidió perdón, pero yo lo único que quiero es que esto no lo vuelva a hacer. La verdad jamás imaginé llegar a esta instancia, lo que viví lo viven las mujeres todos los días y no se lo deseo a nadie. Esperemos que sirva para generar conciencia”. w

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