La huelga de hambre "cheta" del Belgrano Day School, uno los colegios más caros de la Ciudad

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Esta batalla judicial es porteña, pero bilingüe, e incluye una herencia más que abultada. La muerte de Bernardo Green fue en 2013 y la sucesión aún se discute en un juicio de cientos de millones en el Jugazdo Civil N°13. La novedad ahora es que, desde hace tres días, algunos de los hijos, sobrinos y nietos del director general del Belgrano Day School acampan en la puerta de ese colegio inglés, uno de los más caros de la Ciudad de Buenos Aires. Piden que su madrastra los reciba.

Los Green hablan de una “huelga de hambre” cuando se refieren a la carpa que allí permanece día y noche. Pero por la ubicación del colegio, en el acomodado Belgrano R, los vecinos y las redes sociales le dicen “la huelga cheta”.

Belgrano Day School. La Sra. Matilde Villanueva de Green y su esposo, Bernardo Green, quien dirigió el Colegio por más de cinco década.

Los carteles, en inglés y castellano, son más concretos: “Los herederos legítimos del colegio fuimos apartados y vivimos en la pobreza”.

Los herederos legítimos apuntan directamente a Matilde Villanueva, tercera esposa de Bernardo Green y actual administradora del colegio, aunque no es la única. La mujer es parte de la aristocracia británica en la Argentina y sus abogados dicen que aún no cobró una libra de la herencia.

Libro de registro de accionistas del Belgrano Day School.

Las clases siguen sin inconvenientes, pero esa comunidad educativa “aristocrática” está revolucionada. A los padres de los alumnos no les gusta nada la situación y piden “terminar con este escándalo”. “La mayoría no se mete”, aunque son varios los que ya se acercaron al gabinete para pedir explicaciones.

Belgrano Day School. Directivos y personal (foto: Dic. 2016)

Lucía Green es la más joven de los ocho hermanos (dos fallecieron) y vive en Londres. La jueza María Victoria Pereira, del juzgado civil N°39, autorizó que el Belgrano Day School pagara el costo de su tratamiento médico por fibromialgia. Pero Villanueva apeló.

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Aceptó pagar las 41.000 libras esterlinas, pero quería depositarlas en la cuenta de la clínica médica, no en la caja personal de la mujer. Eso terminó de desatar la ira de los Green.

Ione Green es uno de los nietos del difunto Bernardo y dice que Villanueva aprovecha que la mayoría de los Green viven fuera del país para privarlos de la herencia. También la acusa de no seguir la tradición de sepultar a su padre junto a sus abuelos.

Sea como fuere, la batalla de los Green recién empieza en Belgrano R. También la huelga “cheta” en las escalinatas del colegio más aristocrático de la Ciudad.

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