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El año pasado, la familia Colmegna decidió vender el mítico spa de la calle Sarmiento. Dijeron que las deudas los tapaban, que no podían seguir. Entonces aparecieron Pablo Carlen y su socio. Decidieron apostar, invertir y empezar de nuevo. Tres meses atrás terminaron de pagar. Pero las cosas no están saliendo como ellos pretendían: hace dos días que empleados del sindicato de Sanidad los están amenazando. Ellos los denunciaron pero tienen miedo.
El edificio de Sarmiento al 800 tiene más de 120 años, varios pisos, mármoles, mucho dorado y una lista interminable de visitantes ilustres y no tanto. Por sus salones han pasado celebridades como Carlos Gardel, John Travolta y Diego Maradona. En los últimos años el spa fue muy nombrado por las largas estadías del juez Norberto Oyarbide, que llegó a festejar cumpleaños allí.
Pero aquellos días dorados se han terminado y Carlen lo está padeciendo. “Dicen que estamos vaciando la empresa y no es así. Antes acá el 30% de los empleados estaban en negro y nosotros blanqueamos a todos, salvamos a toda la gente de la quiebra”, dice a Clarín.
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¿Quiénes son estas personas? Carlen nombra a Patricia Valdez, del sindicato. Dice que ayer fue armada al local, que él llamó a la policía y que fue detenida. También nombra a Diego Maximiliano Sixto, subsecretario del gremio. Asegura que los están amenazando y que así él y su socio no van a seguir: “Es una pena, este es un lugar emblemático de la ciudad, además de que se van a quedar más de cuarenta familias en la calle”.
Eso es lo que dice Carlen, y explica que quisieron “cambiarle la cara” al lugar. También por detrás se puede vislumbrar que determinadas actividades ya no pueden realizarse. Por ejemplo, en septiembre del año pasado, la Legislatura porteña aprobó derogar la figura de las “alternadoras”, prevista en el Código de Habilitaciones desde hace 40 años. Si hay locales que hoy emplean coperas, perderán las habilitaciones.
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