Liberarán 35 mil gusanos en Corrientes para combatir una enfermedad

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El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) realizó la primera liberación de moscas estériles del gusano barrenador del ganado producidas en la Bioplanta de Santa Rosa, Mendoza. Los ensayos se realizaron en islas de producción de invernada en la provincia de Corrientes.

En una superficie de 3.500 hectáreas con producción bovina, equina, caprina y ovina, ubicadas en el interior del río Paraná, se realizó esta primera liberación para ajustar la Técnica del Insecto Estéril al control del gusano barrenador del ganado (GBG), Cochliomyia hominivorax. Este insecto provoca una enfermedad denominada miasis en animales de sangre caliente y, frecuentemente, en seres humanos de poblaciones rurales, socioeconómicamente vulnerables.

Se planea realizar una liberación constante de 35.000 moscas estériles durante un período de 30 semanas aproximadamente en el área de trabajo delimitada para los ensayos. Luego, se analizarán los resultados, tras el período de ensayo, a fin de disponer de una muestra en campo de la mosca estéril liberada.

La investigación y desarrollo comenzó en mayo, con la adaptación de las primeras muestras larvales del insecto provenientes de la provincia del Chaco y provistas por la Estación Experimental Agropecuaria del INTA de Rafaela. A fin de generar una colonia estable que permita la cría masiva con estándares de calidad aptos, se realizaron procesos de endrocría, en los laboratorios del Iscamen, con generaciones del insecto obtenidas de diversas regiones del país con presencia de la plaga.

Actualmente, la única instalación a nivel global que lleva a cabo la producción masiva de moscas estériles para el gusano barrenador del ganado (GBG) se ubica en Panamá. Esta planta suministra de manera extensiva a programas en Centroamérica, Estados Unidos y Uruguay.

Plaga de importancia económica en el continente americano

Estimaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA) indican que, por inversiones en prevención, tratamientos, muertes de animales, reducción en la producción pecuaria y costos por la vigilancia epidemiológica de la enfermedad en los países afectados del continente americano, las pérdidas podrían ascender a 3.600 millones de dólares anuales, sin considerar los problemas de salud pública.

Al alimentarse las larvas de la mosca, causan lesiones graves en la piel del ganado, de animales salvajes y de seres humanos. Los efectos son especialmente devastadores en la producción pecuaria, debido a la mortalidad y a menor rendimiento en la producción de leche y carne. Aunque se ha acabado con el gusano barrenador del ganado en Estados Unidos, México y América Central, este sigue presente en varias zonas de América del Sur y el Caribe.

La mosca bichera, como es conocida comúnmente, es originaria de las zonas tropicales y templadas de América. Su ciclo de vida pasa por distintas fases o estados. La mosca adulta vive en la vegetación volando y buscando animales donde poner huevos. Luego, estos huevos se convierten en larvas que parasitan la herida de un animal vivo, provocando y agravando lesiones que, de no recibir tratamiento, pueden conducir a la muerte.

Posteriormente, pasan por el estadío de pupas o capullos, que viven enterrados a pocos centímetros del suelo y de los cuales emergen nuevamente ejemplares adultos que tienen un color azul acerado con reflejos verdosos.

Actualmente, los tratamientos se basan en aplicación local de pastas, líquidos o polvos aerosoles de insecticidas que provocan la expulsión de las larvas, pero debido a la resistencia que los insectos desarrollan a estos productos, se requiere avanzar en otras herramientas alternativas al uso de insecticidas para el control de la plaga.

La Bioplanta Multipropósito de producción de insectos estériles de Santa Rosa

Para llevar adelante la técnica es fundamental contar con una bioplanta como la que posee Mendoza. Es decir, una fábrica que permita recrear las condiciones del ciclo biológico natural de los insectos, para luego esterilizarlos antes de que sean liberados al medio ambiente para cortar el ciclo reproductivo de la plaga en cuestión.

El diseño modular y multipropósito con el que fue construida la Bioplanta del Iscamen en el departamento de Santa Rosa permite desarrollar varias líneas de cría, de diversos insectos/plaga. Actualmente se ha avanzado en el ajuste de la técnica sobre Cochliomyia hominivorax, conocida comúnmente como gusano barrenador del ganado o simplemente mosca bichera, en forma complementaria a la producción de insectos estériles para el control de la mosca del Mediterráneo que se realiza tanto para Mendoza como para la Patagonia.

En cooperación con profesionales del INTA delegación Rafaela, Santa Fe, quienes se han encargado de la recolección de ejemplares silvestres de la plaga en diferentes zonas de las provincias de Chaco, Corrientes y Jujuy, se logró el desarrollo de una colonia de reproductores de forma estable. Además, las acciones se realizan en el marco del programa nacional de Salud Animal del INTA para el manejo de esta plaga.

El conocimiento técnico, la experiencia acumulada y la infraestructura disponible posibilitan el avance en la adaptación de protocolos de cría de diversos insectos/plaga que inciden directamente en la agricultura y la economía. Entre estos, se encuentran la mosca del Mediterráneo y la mosca bichera, así como insectos con repercusiones en la salud pública, como el Aedes aegypti, vector de enfermedades como dengue, zika y chikunguña.

El Litoral