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Lucas González Amorosino terminó de meterse en el bolsillo al público argentino el 25 de septiembre de 2011, con aquel try ante Escocia en el último minuto del partido que Los Pumas ganaron 13-12 en el Mundial de Nueva Zelanda. Hoy, a casi seis años de ese gran momento en su carrera, vuelve al club que lo vio nacer: Pucará. Con 31 años y dos hijos, Lucas regresa a Burzaco para disputar con el club de sus amores el URBA Top 12. El polifuncional back, que el año pasado jugó el Super Rugby para Jaguares, tomó la decisión de colgar los botines del profesionalismo y volver al rugby doméstico.
“Estoy contento. Volver a jugar a mi segunda casa es algo increíble. Estoy entrenándome bastante porque creo que el nivel es muy bueno, muy exigente y hay que estar a la altura del torneo”, cuenta el flamante “refuerzo” de Pucará, que hoy recibirá a Regatas Bella Vista.
Luego de ocho años de competir en el rugby profesional, comenta que se encontró con cosas nuevas: un cambio de entrenador y el novedoso formato del torneo de la URBA, que este año tendrá 12 equipos y será a ida y vuelta. “Es un formato mucho más largo y exigente. Yo comparto la decisión de que sea así porque con este torneo los clubes necesitan tener un plantel más grande por la cantidad de partidos y creo que el tema de saber manejar las lesiones va a ser fundamental”, explica.
En cuanto a las razones de su regreso a la URBA, González Amorosino argumenta: “Volví principalmente por mi familia. Tengo dos hijos muy chiquitos y era muy difícil seguir viajando. El año pasado estuve 120 días afuera de casa y me parece que ya le había dado mucho al rugby y el rugby a mí”.
Pero su relación con sus ex compañeros de los Jaguares no cambió y confiesa:“Hoy sigo apoyando a los chicos y los voy a ver. Jaguares necesita el 100 por ciento de cada jugador y yo no lo podía dar”.
Cuando se le pregunta por el presente de la franquicia argentina, Lucas afirma que es una gran temporada del equipo y que se nota el aprendizaje del año pasado. “Creo que están haciendo un gran torneo. Este año hay más recambio porque muchos jugadores adquirieron experiencia en 2016 y eso hace que el juego haya mejorado. Este fin de semana tendrán un partido bisagra contra Sharks, porque ganar les abriría una puerta grande para clasificarse” expresó el back.
Su vida en el rugby no se limita al rectángulo de la cancha. González Amorosino lleva adelante unos campus para que chicos compartan dos días con las figuras de Los Pumas. “Hicimos tres en Argentina y dos en Chile. Son dos días que los chicos pasan con sus ídolos, pero no sólo en la cancha. Tuvo una repercusión muy linda y es una oportunidad que yo nunca había tenido -recordó-. Ahora el calendario de los jugadores complica un poco las cosas, pero la idea es que se siga haciendo”.
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