Cuatro delincuentes armados y encapuchados se hicieron pasar por policías y redujeron y agredieron al propietario de un autoservicio para robarle 200 mil pesos.
El atraco fue perpetrado el pasado miércoles a la noche, en el local ubicado en calles Las Rosas y Los Pinos del barrio La Ripiera de Garupá.
Uno de ellos, presumiblemente el líder, era de contextura baja, delgado y de tez blanca, vistiendo una campera azul francia con capucha y una gorra tipo visera negra.
Acto seguido les ataron las manos con precintos y cordones negros y los llevaron hasta una pieza, de donde se apoderaron de una riñonera negra de cuerina con 200 mil pesos, una licencia de conducir, un DNI, un carnet de timonel, una tarjeta de puntos Shell y tres teléfonos celulares Samsung J7, A12 y Motorola E20.
Mientras golpeaban al propietario del comercio, los asaltantes les gritaban “dónde está el millón de pesos, nosotros somos de la Brigada dónde está la plata”. Tras obtener el botín los malvivientes se dieron a la fuga.
Mientras todo esto sucedía, en la parte posterior del local, en un primer piso y donde hay unos departamentos de alquiler, los inquilinos escucharon los gritos.
Al asomarse para ver qué estaba pasando observaron desde arriba y vieron que dos hombres tenían al dueño del comercio contra las escaleras y le apretaban el cuello. Rápidamente los testigos se encerraron y llamaron al 911 para denunciar lo que estaba sucediendo.
Una vez en la escena personal de la Decimocuarta (que acudió por jurisdicción) preservó el lugar para pericias y se entrevistó con las víctimas -quienes recibieron asistencia médica- y algunos testigos.
Efectivos de la División Criminalística de la Unidad Regional X realizaron las pericias de rigor y en apoyo acudió la Brigada de esa misma regional y la División Robos y Hurtos.
Una de las primeras medidas fue buscar en algunas cámaras de seguridad domiciliarias de las viviendas vecinas algún indicio que pudiera apuntar a sospechosos.
En diálogo con Primera Edición, el empleado del comercio relató los desagradables momentos que tuvo que vivir el miércoles a la noche.
“Ya estábamos cerrando, me faltaban pocos cajones para guardar y cuando me di cuenta, vinieron corriendo y me apuntaron. Me llevaron adentro y me ataron con un precinto, por suerte no lo dejaron bien fuerte y después me solté. A mi jefe lo golpearon y lo tuvieron bajo la lluvia para que entregara la plata. Se llevaron la recaudación del día”, contó.
Luego el hombre manifestó que “los cuatro delincuentes estaban con capuchas y apenas se los veía. Dos tenían pistolas y estaban muy alterados. Uno le decía a otro, calmate que ya vamos a encontrar la plata”.
Fuentes del caso confiaron que una de las pistas que siguen apuntaría a un sospechoso con muchas entradas en la comisaría jurisdiccional y que recientemente recuperó la libertad.
No descartan desde la investigación que este individuo considerado de alta peligrosidad, con antecedentes por delitos contra la propiedad, pueda estar involucrado en el asalto.