China experimenta un nuevo brote en el cual se multiplican los muertos y contagiados.
La Comisión Nacional de Salud de China anunció este domingo que ya no publicará las cifras diarias de casos y de muertes por coronavirus, un recuento que se hacía desde 2020 pero que según autoridades ya no reflejaba la magnitud de un fuerte brote iniciado el mes pasado luego de que el Gobierno abandonara su política de “Covid-cero” tras una ola de protestas.
El fuerte pico de casos afecta sobre todo a adultos mayores no vacunados o sin refuerzo de la vacuna y ha desbordado la capacidad de atención en hospitales de todo el país y provocado una escasez de medicamentos contra la fiebre en las farmacias, según han informado medios locales.
Especialistas temen que el brote en China, que obedece a la variante Ómicron del virus y a sus subvariantes, tenga impacto sanitario mundial, porque podría favorecer la aparición de peligrosas mutaciones más contagiosas o más resistentes a las vacunas, o las dos cosas a la vez.
Cada nueva infección da al virus una oportunidad de mutar, y China tiene 1.400 millones de habitantes, muchos de los cuales jamás han estado expuestos al coronavirus. Aunque las tasas generales de vacunación informadas son altas, los niveles de refuerzo son más bajos, especialmente entre las personas mayores.
Las vacunas hechas en China han demostrado ser relativamente menos efectivas contra infecciones graves que las versiones de ARN mensajero que se desarrollan en Occidente.
Fuente: Télam