El Papa nombra cinco nuevos cardenales y afianza su legado en la Iglesia

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El Papa Francisco causó sensación, tras recitar al mediodía del domingo el Regina Coeli (Reina de los Cielos), con una novedad inédita en la Iglesia de los tiempos modernos, al anunciar un Consistorio en el que creará cinco nuevos cardenales el 28 de junio: entre ellos se encuentra el salvadoreño Gregorio Rosa Chávez, amigo de la infancia del mártir Oscar Romero, asesinado por la derecha militar en 1980 y que a los 75 años es sólo obispo auxiliar de San Salvador, desde 1980. De hecho, el Pontífice argentino “saltó” al titular y superior de Rosa Chávez, arzobispo Joé Luis Escobar Alas.

Monseñor Rosa Chávez era el brazo derecho de Oscar Romero, que Francisco proclamó mártir de la Iglesia al beatificarlo en 2015. Está ahora muy avanzada su canonización como santo que hará obligatorio el culto de “San Romero de América” entre los 1.300 millones de bautizados católicos.

El arzobispo de Bamako, Mali, Jean Zerbo.

Actual titular de Caritas salvadoreña y americana, monseñor Rosa Chávez se batió en condiciones muy difíciles, en las que puso a riesgo su propia vida, en la defensa del martirologio de Romero, asesinado mientras celebraba misa por un suboficial que le disparó con un fusil.

El gobierno salvadoreño reaccionó de inmediato a la noticia de la elevación al cardenalato de monseñor Rosa Chávez, poniendo de relieve “sus invaluables contribuciones que fueron fundamentales en el proceso de diálogo y negociación que nos permitió llegar a la firma de los Acuerdos de Paz en 1992 y que pusieron fin al conflicto en nuestro país”.

El obispo de Estocolmo, monseñor Anders Arborelius.

Rosa Chávez es no solo el primer obispo auxiliar creado príncipe de la Iglesia en los tiempos modernos de la Iglesia: también es el primer cardenal en la historia de El Salvador.

Su nombramiento es un homenaje que el Papa argentino quiso extender a la memoria de monseñor Oscar Romero. Una manera además de contrarrestar definitivamente la oposición cerrada que durante décadas hicieron los sectores derechistas de la Iglesia salvadoreña y figuras claves del Vaticano, que se oponían a que Romero fuera considerado un mártir y elevado a los altares. El mismo Juan Pablo II era hostil a Romero, lo consideraba débil frente a las guerrillas, cuando en realidad el obispo defendía los derechos humanos y criticaba la represión de los militares apoyados por las derechas. Pero después reconoció que “es un santo”.

El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, junto a Francisco.

Además de monseñor Gregorio Rosa Chávez, los otros cardenales que el Papa creará (ese es el término canónico) el 28 de junio, serán: el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, considerado un “bergogliano de fierro”, amigo personal del Papa; el obispo de Estocolmo, primer cardenal de Suecia, monseñor Anders Arborelius; el arzobispo de Bamako, Mali, Jean Zerbo y el vicario apostólico de Pakse, Laos, monseñor Louis Marie Ling Mangkhanekhum.

Al día siguiente de la creación de los cardenales, el Papa presidirá la misa de San Pedro y San Pablo, que concelebrará con los nuevos purpurados.

Los cinco son cardenales electores, o sea menores de 80 años.

El salvadoreño Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador.

Un dato significativo para los equilibrios internos de la Iglesia, es que con su cuarto consistorio, los cardenales del Sacro Colegio nombrados por Jorge Bergoglio suman 61, o sea prácticamente la mayoría. El total de electores es de 121, pero pronto uno de ellos pronto cumplirá los 80 años y, de acuerdo a las normas canónicas no será más elector. Los purpurados fuera del Cónclave para elegir al sucesor de Jorge Bergoglio por razones de edad son actualmente 106. Si esta mayoría bergogliana se afianza, hasta conseguir la mayoría de dos tercios necesarios para elegir al futuro pontífice, en dos años la línea apostólica de Francisco podrá contar con un sucesor del Papa que siga sus ideas y reformas.

Francisco destacó al hacer el anuncio desde la ventana del estudio pontificio del Palacio Apostólico, frente a la multitud en la plaza de San Pedro, que la procedencia de los inminentes cardenales, “de varias partes del mundo”, “manifiesta la catolicidad de la Iglesia en toda la tierra”.

El vicario apostólico de Pakse, Laos, monseñor Louis Marie Ling Mangkhanekhum.

En la ceremonia del 28 de junio, los nuevos purpurados pronunciarán su juramento ante el Papa, quién les dará a cada uno un anillo, símbolo de su compromiso universal con la Iglesia, y el capelo cardenalicio color rojo, en memoria de la sangre de los mártires que dieron su vida por defender la fe.

Los cinco purpurados recibirán también la Bula de Creación de Cardenales, que los asigna a una iglesia romana. Al Consistorio asistirán todos los cardenales que lleguen a Roma a participar de la ceremonia.

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