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Dos hombres murieron y un tercero continuaba internado esta mañana con heridas graves tras haber sido atacados por un vecino que les disparó con una escopeta, en la ciudad neuquina de Plaza Huincul.
Según los investigadores, podría tratarse de un ajuste de cuentas por un conflicto vecinal. Un grupo de manifestantes del barrio incendió y destrozó la casa del atacante, que fue detenido.
Según la fiscal Marisa Czajka, a cargo del caso, todo empezó ayer a la tarde, poco después de las 14, por un conflicto entre vecinos del barrio Centenario de Plaza Huincul. El escenario de los crímenes fue una casa tipo departamento de la calle Miralles al 300, casi 1° de Mayo.
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“Un hombre con una escopeta, es decir un arma de guerra, cruzó la calle y provocó una masacre. Mató a dos personas e hirió gravemente a otra en la zona craneana”, explicó la funcionaria. Y contextualizó, en diálogo con TN: “Había una escalada de violencia, pero no de esta magnitud. Meses atrás hubo una balacera y también se habían tirado una molotov tipo casera”.
Los víctimas fatales fueron identificadas como Enrique Arturo Sánchez, de 27 años, y Pablo Soto, de 37. Ambos tenían disparos en la cabeza y en el pecho. El que continuaba herido, un hombre de 34 años de apellido Prono Tobares, fue trasladado al hospital provincial Castro Rendón de Neuquén.
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El atacante, de quien no trascendió el nombre, contaba con permiso legal para tener armas. “Se lo detiene cuando escapaba del lugar con el arma larga cubierta con un ateriste. A viva voz manifestó que había matado a tres personas”, indicó la fiscal. Además, contó que tiene familia, trabajaba en una empresa petrolera y había dejado su puesto hace algunos meses.
Cuando se difundió el caso, familiares y vecinos del barrio fueron a la supuesta casa del atacante, la saquearon y la incendiaron. “En la zona hay mucho dolor, mucha angustia y mucha intolerancia”, señaló Czajka.
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