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Las bromas al secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo, por un gol errado increíblemente en el ya clásico partido de los miércoles en la Quinta de Olivos; y hacia el ministro de Cultura Pablo Avelluto, por haber hecho “sufrir” a la bicicleta, que no usa de forma frecuente, para llegar a tiempo; y los comentarios por el choripán que comió el jefe de Gabinete Marcos Peña en su reunión con los diputados del PRO fueron sintomáticos en la primera reunión de equipo que se realizó el jueves a primera hora, cuando los piquetes comenzaban a complicar el acceso a la Ciudad de Buenos Aires: es que el Gobierno afrontó con cierta tranquilidad el primer paro nacional contra Mauricio Macri. El clima distendido que se vibró desde temprano, pese a los piquetes, se debió en parte a los resultados que arrojó la última encuesta que, la noche anterior, había llegado a la mesa chica.
El sondeo, al que tuvo acceso Clarín en exclusiva, fue realizado en forma teléfonica por la consultora Isonomía, a pedido del Gobierno, con una base de 800 casos en la Ciudad y el Gran Buenos Aires.
La encuesta de Isonomía sobre el paro general.
Si bien el Gobierno encargó la encuesta para saber el nivel de acuerdo que la gente tenía con el paro, el dato que despertó más tranquilidad lo arrojó un gráfico que comparó la aprobación de la imagen presidencial con el de los gremios y sus líderes: mientras Macri obtuvo un 52 por ciento de imagen positiva y un 43% de negativa; la CGT fue castigada con apenas un 20% de imagen positiva y el triple (64 puntos) de negativa.
Un dato que, sumado al espaldarazo que significó para el Gobierno la marcha del 1A -el sondeo fue realizado el martes- terminó de envalentonar a la Casa Rosada.
Otro aspecto que resaltaron en Balcarce 50 fue el consenso en torno a las motivaciones del paro. “Algunas personas dicen que el reclamo del paro es a favor de los trabajadores, mientras otros piensan que el paro es en contra del gobierno de Macri. ¿Con qué grupo está usted más de acuerdo?”, fue la consulta. El 58% consideró que el paro era contra la gestión macrista, mientras que sólo un 36 dijo que obedecía a la defensa de los trabajadores.
La bandera discursiva que desplegó el Gobierno ayer, que rezaba que “el que pudo llegar hasta su trabajo, fue a trabajar”, se sustentó en el resultado de la pregunta concreta sobre el paro: el 56% por ciento dijo no estar de acuerdo con el paro, frente a un 37% que dijo apoyar la medida.
La encuesta de Isonomía sobre el apoyo al paro general.
En cuanto al acatamiento, el Gobierno tuvo un buen indicio de que la mayoría de la gente, al menos en la previa a la jornada, se inclinaba por no adherir: el 59 por ciento frente a un 32% que expresó su deseo de parar.
En esa misma línea, el 58% dijo que no iba a parar mientras que el 33% adelantó que iba a faltar a su trabajo.
Mauricio Macri llamó al hombre de 85 años que marchó el #1A
A partir del análisis de estos datos, desde Jefatura de Gabinete se bajó línea a los funcionarios que oficiaron de voceros: el mensaje, entonces, fue marcar el contraste entre la propuesta de diálogo hacia el futuro y la postura rígida y rupturista del “pasado”. No sólo hacia el kirchnerismo y otros sectores políticos, sino también a los jefes sindicales. Repertorio similar al que recurrió Macri esta mañana en el Banco Nación.
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